jueves, 5 de enero de 2012

Cheester Las Plazas Outlet Cancún


Hace unas semanas hubo un debate muy fuerte en el Facebook sobre un anuncio que hizo Cheester sobre aceptar o no la realización de reuniones en sus instalaciones y en un inicio el efecto fue negativo ya que las instalaciones se veían “vacías” en comparación a la clientela diaria de semanas anteriores pero tal efecto pareciera que se ha olvidado ya que para beneplácito de Cheester Las Plazas Outlet, la clientela ha regresado.

Me ha tocado ir en algunas ocasiones a probar sus platillos en esta nueva sucursal y sinceramente no le he encontrado la magia que alguna vez tuvo. Los planes de expansión de cada uno de los empresarios es muy válido y fundamentado en que un cambio positivo siempre será para mejorar y en cuanto a la cuestión económica, el cambio para Cheester ha sido muy bueno; aparte que fue una formula ganar – ganar incluso para la misma plaza.

En las ocasiones que he ido me he encontrado con la mala “suerte” de que los meseros tardan mucho en atender y aunque es justificable con la gran demanda que tiene en horarios pico, se ve muy claramente que les falta realizar un ejercicio de indicadores de gestión especializados para poder elevar la calidad en servicio y también en los alimentos.

El diseño del nuevo restaurante es maravilloso y muy de la mano de la personalidad de sus dueños al verse la influencia de la gente joven en el proyecto pero no siempre lo más bonito es lo mejor y este es el caso para Cheester; antes una de las pizzas que más me gustaba eran las de Cheester pero después de probar la de Piola no hay punto de comparación y no vaya a leerse este comentario como algo negativo sino como una crítica como la de cualquiera de ustedes.

Sí recomiendo visitar Cheester de Plaza Outlet pero vayan preparados para aguantar un poco de tiempo mientras te sirven tu platillo y aunque se perdió la magia de un pequeño restaurante, la calidad es aceptable.

lunes, 2 de enero de 2012

Año nuevo en Elefanta Cancún (...y pizza de Piola)


Año viejo, año nuevo….año viejo representa lo que hicimos y lo que dejamos de hacer mientras que el año nuevo representa un nuevo desafío y nuevas aventuras. Para acabar el 2011, decidimos salir a cenar al restaurante Elefanta dado que nos quedamos con una excelente impresión en la primera visita y dicho y hecho.

Dada la demanda por una mesa en el Elefanta y el Thai, mi familia y yo decidimos reservar la noche del 31 en el Elefanta y el “cover” era comprar una botella de Moet de $2,000 más el consumo a la carta de alimentos y bebidas.

Como mencionamos en entradas anteriores, los precios son buenos considerando la excelente calidad en los platillos y la inmejorable vista a la laguna. Ordenamos el curry en diferentes formatos, 2 de cordero y 2 de pollo y la textura de cada uno fue excelente. en forma general, el curry de cordero es muy fuerte y sabe a carne, no se tome como incoherencia, ya que los sabores a especias no son tan fuertes. El curry de pollo me fascino, aún más que el de camarón que probé en la primera ocasión, ya que el sabor a pimientas es perfecto y se siente como la pimienta rosada te sofoca por unos milisegundos para después dejar un sabor exquisito en el paladar.

Los nombres de los platillos son difíciles de recordar, pero los que ordenamos son los números 40, 41 , 42 y 46; el 63 como acompañante así como el 72.

El Martini fue el acompañante por excelencia de nuestra comida, el que más nos gusto fue el de kiwi y el de lichi, aunque también probamos el de manzana, piña, chocolate blanco y alguno otro perdido pero mi recomendación son los 2 primeros y por si la gente del Elefante lee esto, cambien la receta de tu Martini de Café, simplemente no se podía tomar.

El toque distintivo fue hacer el brindis a un costado de la laguna Nichupté con tu copa de Moet y pidiendo tus deseos del año nuevo regresando al agua a unas estrellas de mar (si pueden vivir en Laguna) y es así como celebramos nuestra noche de año nuevo en el Elefanta.

La noche no acabo ahí pero en cuestión gastronómica, después en otro brindis muy especial para mí, cenamos una pizza hawaiana de La Piola y no dudaré en decir esto: LA MEJOR PIZZA DE CANCUN. Pronto los visitaré para hacer una reseña más en forma.